A veces las cosas son más simples de lo que parecen. ¿Será posible
que desde mañana puedas ser capaz de responderle y preguntarle de todo al
profesor? ¿Participar con confianza y demostrarle a tus compañeros que eres muy
inteligente?
La respuesta es SÍ. Cualquiera
de nosotros puede hacerlo. No importa si hasta ahora soy el último del curso.
¿Cómo? ¿Será necesario algún
súper medicamento? No, nada de eso, sólo hay que utilizar una técnica de
estudio muy utilizada entre los estudiantes excelentes: “Leer antes de clases”,
o preparar la clase, algo que cuando se realiza todos los días se convierte en
un “Súper
Hábito”.
Veamos primero qué ocurre si
un estudiante llega a una clase y “no tiene idea” qué va a enseñar el profesor.
Esta es la situación del 99% de nuestros hijos. En este caso, cuando el
profesor empieza a hablar, escuchan esa materia (contenido) por primera vez. Lo
más normal es que no estén familiarizados con los distintos conceptos y deben
concentrarse para entender.
Pasan la mayor parte de la clase tratando de
entender la nueva información, luchando para colocar todo dentro de un orden
lógico o “contexto”. Lo peor es que como no están seguros de entender, evitan
participar, se aburren, pierden la concentración y finalmente se cierran al
aprendizaje.
Por el contrario… ¿Qué pasa si
leemos por adelantado?
Si sólo hacemos una lectura
rápida de la materia (capítulo del libro) que pasará el profesor antes de cada
clase, nos convertiríamos inmediatamente en LA PERSONA que más sabe del tema en
toda la clase después del profesor. Además, como sabemos de qué está hablando,
podremos responder las preguntas que realice, aclarar dudas y hasta hacer
preguntas.
Nuestros compañeros nos
mirarían con envidia mientras piensan… “¡Qué inteligente!, ojalá yo supiera
tanto como él.” (…y no tenemos para qué contar nuestro secreto).
Las ventajas de leer por
adelantado van mucho más allá, sólo por nombrar algunas: Mejora nuestra
confianza y autoestima, nos permite repasar la materia por segunda vez teniendo
al profesor para aclarar nuestras dudas, nos permite participar y por lo tanto
aprovechar las ventajas del aprendizaje activo y por si fuera poco nos permite
estudiar menos en la casa porque necesitamos menos tiempo para entender.
Puras cosas buenas, casi
mágico, por eso yo lo llamo… “El
Súper Hábito”.
¡Pruébalo! Lee antes de ir a
clases y date cuenta de cuánto más fácil se vuelve todo.
¡Vamos que se puede!
Cita de Pablo Menichetti